martes, junio 06, 2006

Autocompadecerse

Es triste ver como a veces no queriendo hacerlo acabamos compadeciéndonos de nosotros mismos, de las acciones que hacemos o de incluso de aquellas que no llegamos a hacer. Y bueno, no es que haya un sentido por el que decir, actuamos de esta manera o de otra, simplemente acabamos por sentirnos culpables de todo aquello que gira a nuestro alrededor, olvidando que no todo está a merced de nuestra mano y que además no todo puede ser transformado a nuestro gusto. El ser humano es en sí un ser egoísta, la naturaleza lo ha querido así, una cosa es que lo aceptemos y que intentemos en la medida de lo posible resolverlo, que sería de nosotros si no lo hiciéramos, el caos de seguro reinaría sin que nada ni nadie lo consiguiera frenar. Pero otra cosa es que aún aceptándolo, negáramos en cierta forma la evidencia cerrando los ojos o mirando hacia otro lado. El caso es que hay ciertos grados de egoísmo, o por lo menos yo lo veo así, y el más dañino es al que en un principio quise hacer referencia, cuando uno se compadece de sí mismo, cierra todas las puertas que quedaban abiertas hacia el exterior, volcándose en el dolor que le invade, un dolor que casi siempre está tan arraigado en el interior que se hace difícil por no imposible sanar. Llegados a este punto la cordura y la paranoia pueden acabar teniendo una de esas batallas en las que es bastante cuestionable saber quién acabará siendo el ganador y quién el perdedor.