lunes, enero 14, 2008

Una pequeña historia

Una vez alguien inventó una palabra y Deseo la quiso llamar. La utilizaba en cada frase y la acompañaba con una sonrisa, se dio cuenta pronto de que la palabra tenía vida propia, queria vivir en cada boca, en cada sonrisa, en cada caricia, se escapaba cada noche de la habitación de su dueño para visitar las casas de todos aquellos que le abrían la puerta.
Un día Deseo se percató de que la boca no era el mejor sitio para ella, era fría, siempre se abría y se cerraba y eso a Deseo no le gustaba, así que Deseo siguió un camino que llevaba hacia el interior de las personas y descubrió que había un lugar mucho más cómodo en el que vivir, pero ya había alguien viviendo allí, solo que de vez en cuando se marchaba, su nombre era Fuerza. Fuerza y Deseo se hicieron muy buenos amigos tanto que cuando se unían, las personas conseguían lo que se proponían, pero cuando se separaban ocurría lo contrario, así que hicieron un pacto: cuando alguien dijera Deseo enseguida Fuerza tendría que aparecer. Y así fue como el mundo empezó a creer que los deseos existían pero lo que no sabían era que Fuerza estaba siempre ahí para que eso fuera posible.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

HOLA
he descubierto tu blog por casualidad, y he de decirte que me ha impresionado, esta "pequeña historia", esos poemas... es bonito, maravilloso, haber encontrado algo así.
Hay cosas que me pasan a diario que me gustaria, como un pintor refleja en su cuadro, o un poeta en su obra, plasmarlas en alguna parte donde todo el mundo las vea, que esten ahi, y que sin embargo, para las personas a las que van dirigidas, pasen desapercibidas en su totalidad, no se si me entiendes, quizá tampoco importe, pero esta es una manera de dejar una pequeña huella de tu existencia, de lo que una vez fuiste y cómo te sentias.
Un saludo

11:50 a. m.  

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