martes, mayo 30, 2006

Sentir, vivir y existir

Sentir se convierte en un verbo tan inexacto, tan incompleto porque cómo puedes expresar todo lo que vives, todo lo que lloras y todo lo que crees en un solo verbo. Vivir es lo que cuenta, vivir cada instante, y saber percibir lo que ese momento te da y a la vez te roba, hay veces que aunque pensamos estar viviendo, lo que hacemos es estar existiendo, que aunque igual, es a la vez distinto. Existimos siendo quiénes somos pero vivimos siendo quiénes seremos. Aquí el presente y el futuro se tornan amantes prohibidos que fugazmente rozan su amor porque cuando apenas se atreven a tocarse el tiempo les arrebata ese privilegio que hace que cualquier amante tenga el derecho de amar y de ser amado. Siendo así la mayoría de nuestro tiempo lo dedicamos ¿a vivir o quizás a seguir existiendo?

sábado, mayo 27, 2006

Aquello que sentimos

Bueno puede que forme parte de esa rara especie de seres que disfrutan con lo poco que la vida da, y al que le sorprenda la insensatez de las cosas banales que pueblan todos los días los minutos de nuestra existencia. Sinceramente muchas veces me he planteado porque tenemos lo que tenemos y en ocasiones no lo gozamos, no lo vivimos con la intensidad que mereciera tener, es algo difícil de explicar, pero cuando se vive realmente es fácil entender de lo que hablo. Muchos son los pensamientos con los que nos cruzamos, y uno de ellos es la supuesta soledad que nos desborda, la soledad más cruel que toma la forma de la compañía como bien expone la frase más solo está a veces aquel que está más rodeado de gente, no recuerdo muy bien si era así la frase, pero la idea en sí si que es esa. Cuando siguiendo nuestro camino mental nos cruzamos con esta mítica frase, tendemos a olvidarnos que las risas, las conversaciones, las horas de confesiones con alegrías y lamentos no deben ser tratadas como trapos viejos e inservibles, al contrario son un arma a tener presente para atacar esa soledad que nos invade, el problema es porqué nos refugiamos tanto dentro de la coraza que nos cubre dejando a un lado a cuanto y a cuantos nos rodean.

miércoles, mayo 24, 2006

El silencio de los gritos (relato)

He querido empezar una sección de relatos continuos, sabemos cuando y cómo empiezan pero no cuando y cómo terminaran, espero que gusten:

Esta mañana esperando la llegada del dulce amanecer decidí levantarme de mi cama y correr las cortinas que cubrían las ventanas de mi cuarto, cortinas que por su tiempo entrañaban más historia que las que contenían los libros desgastados de mi mesita de noche. Hoy, tenía la sensación de que el día me sorprendería con unos de esos rayos tan resplandecientes que te brindan de energía para poder afrontar cualquier problema. Lo que yo no sabía era que aquel día iba a cambiar para siempre mi manera de vivir, incluso de sentir, ya nada tendría la misma forma, ni siquiera los colores responderían a mis reclamos.

Mi pasión era la pintura, pasaba largas horas dibujando y pintando todo aquello que por mi mente pasaba, en principio era un hobbie para olvidar las largas tardes que pasaba desolado en aquel internado, pero poco a poco descubrí lo valioso de una figura, la distinción y el placer que otorgan el ver como una de mis creaciones cobraba vida con solo sentir el dulce toque de los colores bajo mi pincel y lo más importante la reclusión en aquel terrible lugar se convertía en un mero sueño pasajero con lo que además cumplía con mi propósito. Mi padre a veces encontraba el tiempo en su ajetreada agenda para hacerme una visita aunque no sé yo si era muy beneficiosa para mi salud mental, si contamos con que el tema de conversación más entrañable en los últimos meses había sido como la bolsa había variado con el paso de los años, las pérdidas de muchos inversores y las ganancias de unos nuevos y prometedores ases de los negocios. Cosa que para mí era una mezcla entre chino y mandarín, vamos no entendía nada.

En fin me vestí con cuidado de no despertar a Nacho, era un compañero de cuarto encantador pero de muy mal despertar, siempre me decía: Andrés las mañanas son sagradas y más en vacaciones. Salí casi sin hacer ruido y de repente un grito atronador hizo que temblaran las paredes de todo el edificio, nadie sabía de que se trataba pero nada bueno traería consigo...

Encontrar el valor

Alguien dijo una vez que para vivir se necesita de valor y de tesón, y que teniendo eso se está realmente preparado para la vida, pero yo no estoy del todo de acuerdo con esa afirmación, puedes llegar a tener el valor para hacer algo que deseas con ansia y sin embargo debido a las circunstancias no conseguir tu propósito, aunque también es cierto que el valor es algo que escasea y que no todos pueden encontrar esa parte en ellos. El misterio de porqué no somos capaces de dar con esa fuerza para enfrentarnos a lo que tememos o a lo que deseamos encierra múltiples respuestas, entre ellas está el no vernos realmente como somos, la propia identidad es algo que nos ayuda, lo que nos agarra, nos mantiene vivos, y no encontrarla o peor aún perderla puede acabar con el valor que algún día tuvimos o quisimos alcanzar.

domingo, mayo 21, 2006

Nuestro refugio



No busques pensar en las palabras
No trates de darles el valor que nunca tuvieron
Porque a veces es más difícil tocar que oír
Porque a veces es más sencillo olvidar que sentir
Son solo palabras, tal vez así lo quieras percibir
pero para mí van más allá y no me dejan vivir
El desolado teme por no saber que responder, que decir
Se oculta por no querer escuchar aquello que está aún por decidir
Pero lo que no sabe es que lo peor esta aún por venir
Porque el refugio más ingrato que ha querido existir
es uno mismo y a ese si que no nos podemos resistir

viernes, mayo 19, 2006

Un pequeño poema


Cuanto velan por ti las plegarias que un día soñé
Cuanto velan por ti los suspiros que un día esbocé
Cuanto velan por ti las miradas que un día probé
Cuanto velan por ti las sonrisas que un día creé
porque fielmente a las caricias que un día añoré
me vi desprovisto de esa gracia que pensé tener
por sentir que en el más claro anochecer
yo sabría que te podría merecer

martes, mayo 16, 2006

La Química de los sentimientos


Cada vez que el amor toca la puerta del corazón, la barrera que nos separa del dolor y la felicidad se acorta un poco, no, no quiero ser un pesimista , aunque en estos temas digamos que siempre lo he sido, que le vamos a hacer. Tendemos a tratar de analizar cada gesto, cada palabra que hacemos y que nos hacen, viendo como nuestro propio pensamiento juega con nosotros como si fuéramos títeres en nuestro mundo, a veces esas interpretaciones son acertadas, pero hay momentos en que los mecanismos que utilizamos para codificar esas señales están distorsionados o mal enfocados. Y es que la química de lo que sentimos pasa por diversas fases como cualquier proceso, la primera es preguntarnos que nos sucede, luego dibujar la imagen de lo que sentimos y tras esto plantearnos cómo hemos llegado hasta ese punto. El problema es que esta pregunta no tiene ninguna respuesta convincente, por lo menos para mí, ya que todo sucede no en un minuto, ni siquiera en un día, sino en infinitud de días o incluso meses, el amor tiene esa picardía, no dice “estoy aquí, acéptame”, ojalá fuera así de sencillo, él actúa sigilosamente y sin avisar cuales serán sus pasos, para de esa forma estar preparado. Unido a todo esto, están los momentos de incertidumbre en que crees saber lo que sientes, pero luego ves que no todo es tan claro como pensabas, personalmente esta es la parte que menos me gusta, bueno a nadie le gusta estar perdido en sus sentimientos, como un navegante que no sabe cual es su destino y si algún día podrá regresar a su tierra, o ¿sí?

Un poema

Buscamos consuelo en palabras

Olvidando el valor de los sentimientos,

Sentimientos que afloran con cada suspiro

Sentimientos que llenan los manantiales de lo vivido

Más aún acordándonos del olvido

Tendemos a gritar sin sentido

Preguntándonos si sinceramente lo que hemos tenido

Fue fruto del engaño o del amor bien recibido,

Triste aquel que suspira en vano lo que siempre ha anhelado

Porque los anhelos no conducen a nada

Los anhelos son solo castigos por no soportar esa noche amargada

Esa noche en la que nos damos cuenta que ya no nos queda más

Que decir adiós olvidándonos de la respuesta añorada

sábado, mayo 13, 2006

Así es lo que llamamos Vida

Pese a quién pese las circunstancias te llevan a hacer cosas que a veces uno cree irremediables, suceden porque tenían que suceder y de esa forma sigue el ciclo que nos lleva a vivir. Hay días en que pienso en sí debo cambiar algunos aspectos de mi que no me gustan, todos tenemos nuestros enemigos personales, aquellos que conviven con nosotros como fieles compañeros en nuestra guerra personal solo que en este caso, juegan en nuestra contra y no como aliados, pero hay otros días en que prefiero dejarme llevar y ver qué sucede, como un espectador que se sienta a contemplar cómodamente una película y que con curiosidad va viendo como se desvela la trama hasta llegar al desenlace esperado o inesperado. En fin que la vida no es tan clara a veces como debería ser, y se tiñe de colores que no nos dejan apreciar lo que nos gustaría, ¿por qué será tan difícil todo?

martes, mayo 09, 2006

Etc y nuestras costumbres

Digamos que mi limite de tiempo ha estado cubierto por un parcial, un maravilloso parcial que me ha permitido estar estudiando gratamente tres módulos, y cuestionarios hasta ayer que al dar las 6:00 p.m (sí, he escrito p.m) me encontraba ya sentado con el placer de consumar el examen, con sus preguntas tipo test, cortas y el supuesto. Pero bueno como ya esa deliciosa experiencia ya paso, voy a escribir un poco en el blog que lo tenía al pobre hablando solo. La verdad es que no es que me hayan ocurrido un sinfín de aventuras a lo largo de mi ausencia, mi cabeza como siempre ha divagado entre los mares de la insensatez y la locura transitoria para que variar, si soy quién soy no puedo hacer nada más para empeorarlo o eso creo. No, tranquilos no voy a empezar con el ¿quiénes somos en realidad?, ni nada que se le parezca, pueden abrir los ojos y seguir leyendo sin temor. A pesar de las ocupaciones he tenido huecos para plantearme “cosas”, si cosas, me encanta esta palabra como dije una vez, lo dice todo sin casi decir nada, a lo que iba, ¿es posible desarraigarnos de nuestras viejas costumbres para seguir avanzando?, me refiero a que a veces frenamos nuestro progreso por la seguridad que nos da hacer lo que hacemos o por creer ver en los otros una mirada de "eso que haces no es propio de ti". Puede que de alguna forma somos esclavos de nosotros mismos, esclavos de nuestras acciones y eso es lo que nos impida seguir dando pasos y consecuentemente llegar a la maduración personal. Aunque la maduración es un punto que ya abordare con más tranquilidad.