Nuestros conflictos y cómo los afrontamos

Hola, hacía unos días que no me animaba a contar nada, bueno no es que no me animara simplemente que no encontraba el momento necesario para poder poner unas líneas, y es que aunque a veces uno quiera puede encontrarse con falta de tiempo, con no estar lo suficientemente motivado, pero en fín aquí estoy de nuevo. Lo que escribiré refleja como me he sentido últimamente, como me he planteado muchas de las circunstancias en las que me he visto envuelto. Y es que a veces nosotros mismos nos complicamos aún más la existencia caminando en círculos que no tienen salida en lugar de seguir un camino recto que aunque no nos lleve a la plena felicidad por lo menos nos mantenga ocupados hasta dar con otra clase de felicidad.

He aprendido que este mundo nos regala cada día una red infinita de cosas, sí, puede que sea muy banal tildarlas de "cosas" pero es la mejor palabra que se ha creado que resumiría todo lo que deseo expresar, y es tan terrible a veces admitir lo que pensamos, lo que hacemos, como nos sentimos en muchas ocasiones, que por temor a ser prejuzgados procuramos mantenernos en el más absoluto de los silencios, aguardando a que alguien diga o demuestre aquello que pensamos, decimos o hacemos. Terminando sólo me queda añadir que realmente no merece la pena callar por temor, somos lo que somos y si enterramos nuestra esencia solo nos quedará la nada.

Las decisiones

La vida te obliga muchas veces a tomar decisiones, decisiones que en ocasiones son banales y otras veces son decisivas para el futuro. Ultimamente me estoy planteando demasiadas y es que las circunstancias me están llevando a ello. Supongo que siempre todos en algun momento llegamos a un punto de nuestras vidas en el que miramos al pasado buscando respuestas a lo que nos sucede, y al volver al presente nos damos cuenta de que la solución no hay que buscarla en lo que sucedió si no en lo que está sucediendo, es así de esta forma como seremos capaces en teoría de superar cualquier tramo que se nos ponga por delante. Cada uno somos viajeros constantes en este mundo, y contamos con una mochila cargada de experiencias y de una baraja con unas cartas que nos han tocado, y que en un determinado momento al mirarlas, en principio dudaremos, pero después sabremos cual escoger para seguir nuestro rumbo. Pero quizás tan solo quizás en ese momento, con esa decisión de escoger nuestro destino, la baraja vuelva a crearse componiéndose de nuevas cartas que nos hagan ver todo de otra manera.

¿Cómo somos en nuestra vida?

Cada día cuando tomamos rumbo hacia nuestras respectivas vidas, ya sea como estudiantes o como trabajadores, salimos de nuestras casas con el único pensamiento de que hoy va a ser un día distinto, o por lo menos a mí me ha pasado en varias ocasiones. Y será distinto porque ves como el mundo va cambiando a la vez que tú lo haces, tanto por fuera como interiormente. Conoces a alguien, descubres sitios que desde siempre han estado ahí, pero que por diversos motivos no has sido capaz de apreciar al estar encerrado en el ciclo de la rutina. Nos movemos constantemente impulsados por la energía que disponemos al cerrar la puerta que une nuestro mundo con el exterior, una energía que contagiamos o que nos contagian. Aunque por otro lado hay quiénes, como si fueran turistas en su propia vida solo se limitan a mirar todo lo que sucede sin integrarse o tomar parte en el proceso de su existencia. Quisiera acabar con una frase que bien podría expresar todo lo dicho: Cada día que seamos capaces de ser agradecidos por esta vida, que nos permite alcanzar nuestros sueños y ser felices, es un día que habrá merecido la pena vivir.

Tributo al cine español y a una de sus actrices: Candela Peña

Siguiendo con la saga de los tributos a actrices y actores de nuestro cine, esta vez le toca el turno a Candela Peña, una de las estrellas que encabeza el cine español con la gracia que la caracteriza y la profesionalidad que recorre todo su cuerpo. Nacida en Barcelona, ha ido poco a poco demostrando sus raices en la gran pantalla, entre sus trabajos destacan No somos nadie, descongelate, te doy mis ojos donde trabajo junto a Luís Tosar y por la cual recibió el Goya a la mejor actriz de reparto en el 2004, y bueno que decir de Princesas que no se haya dicho ya, sin lugar a dudas faltan palabras para describir lo que está por venir de manos de la Gran Candela, de momento hay proyectos esperemos que vean la luz. Bueno y con esto me despido hasta la próxima ;)

Y las cosas que me pasan

Ultimamente no he tenido casi tiempo para escribir unas pocas lineas, hoy por fin digámoslo así encontré un pequeño hueco, así que decidí hacer uso de él rapidamente. Podría decirse que no he tenido una buena racha estos días, asuntos personales dejémoslo ahí, ya se sabe cuando las cosas tienden a ir mal lo hacen con sombrero de copa y un bastón acorde con él. Pero bueno no todo tiene porque ser malo, por lo que me queda algo de esperanza para pensar que es una etapa más en mi vida, y que dará paso a otra mejor, cruzaré los dedos con mucha fuerza por si acaso. De momento me mantengo siendo yo mismo e intentando no discutirme muchas de las cosas que hago, puedo llegar a crearme serios dolores de cabeza eso lo he comprobado. Bueno y para terminar un corto poema que titulé: amor en el olvido, todo lo que sigue es ñoño así que...

Como una lágrima recorro tu rostro

El consuelo de mi alma vaga por tu cuerpo

Tu mirada ya no llena mis sentidos

Tus deseos han perdido su camino

Más aún cuando pienso que todo está perdido

El brillo de tus ojos me recuerda lo vivido

Dando así a mi vida un nuevo sentido,

Quise creer que tus besos había olvidado

pero tras sentirte de nuevo a mi lado

no tuve tiempo para gritar al olvido

que nunca jamás te había tenido.

Los demás y nuestro mundo

No sabemos que los momentos se tienen que aprovechar y tendemos a olvidarlos o a quitarles su importancia, incluso a dejar a un lado a las personas con las que los vivimos. La rapidez con la que la vida avanza parece obligarnos a ello, a seguir un ritmo frenético con conversaciones limitadas a un hola y adiós cargados de una falsa cortesía. No sabemos hacer un paron, un alto en el camino para reflexionar sobre todo lo que vivimos, sentimos, decimos. Hablar de cambiar, de no retomar el pasado y dar una oportunidad al presente y al futuro, no recordando a quiénes dejamos atrás no es la solución. Lo que somos e hicimos y con quién compartimos nuestros recuerdos no debe ser tratado como un papel que pisar y resquebrajar para así forzar su olvido, porque haciendo esto nos estaremos engañando a nosotros mismos creando un universo paralelo y supuestamente maravilloso. En esta línea de vida en la que nos mantenemos plantearse que somos lo que somos por quiénes nos rodean o nos rodearon en su momento, no debe avergonzarnos ni mucho menos, debe enorgullecernos, ¿de verás merece la pena seguir cubriéndonos los ojos con un velo de egoísmo?

Sentir

Cuando notar que tu alma se destroza en mil pedazos es algo que se escapa de mi conocimiento, habéis tenido alguna vez esa sensación de que no se es capaz de controlar una situación, que discutes con la vida por no poder encontrar las palabras adecuadas en el momento adecuado, o no saber reaccionar como deberías haber hecho. A mi me suele pasar y mucho lamentablemente, y diría que es uno de mis peores defectos, y que ningún tipo de entrenamiento me ayudaría a superarlo, es igual que cuando lloras, las lagrimas aparecen en tu rostro, vives las emociones pero no las controlas, es entonces cuando buscas el refugio de la soledad para no dañar ni ser dañado. La vida nos pone tantas pruebas y nos da tan poco tiempo para completarlas quizás eso es lo que la hace tan especial y única.

¿Nos conocemos a nosotros mismos?

Por qué será que a veces a pesar del paso del tiempo uno se termina planteando si de verdad
se conoce a sí mismo. Y es que no hay día que no me sorprenda de alguna reacción que haga o que no haga. Supuestamente tenemos en nuestra mente mecanismos que siempre empleamos para afrontar cualquier situación que se nos presente, es una forma de hacernos volver a un estado de calma por decirlo de algún modo. Pero sin embargo por propia experiencia diré que hay cosas que nos desbordan hasta tal punto que nuestras reacciones pueden terminar siendo insospechadas, lo que en cierta forma me hace temer, un temor hacia mi propio desconocimiento. Como si de alguna manera fuera esclavo de mi mismo, de esa parte de mí que está oculta y que aparece y desaparece en un instante manteniéndose después en la más absoluta oscuridad a la espera de un nuevo momento. Quizás por eso la gente siente tanto miedo cuando no es capaz de controlar sus emociones, porque son una parte de ellos mismos que no pueden negar y se ven obligados a vivir con ella.

Tributo al cine español y a uno de sus actores: Luis Tosar

Me he decidido a poner una sección donde de vez en cuando hablaré sobre alguno de los actores o actrices que llenan nuestras pantallas y que son de nuestra tierra, con todo el talento que eso conlleva. Bueno y después de este “toque de modestia”, me gustaría dedicar este primer encuentro a Luís Tosar, que por cierto ayer fue entrevistado en el programa de Buenafuente y nos deleito con una canción de Pearl Jam, mostrando una faceta poco conocida para algunos.

Su unión al cine y al teatro ha traído consigo que muchos de nosotros nos sintamos orgullosos de contar con actores que con su humildad y calidad humana dan toda su alma en cada papel que interpretan, a la vista está su interpretación en los lunes al sol junto con otro de los grandes Javier Bardem, y la desgarradora trama que vivencia en te doy mis ojos, por la cual fue galardonado con el Goya a mejor actor en el 2004 y la Concha de Plata del Festival de San Sebastián en 2003. Solo cabe esperar que en los próximos años nos siga regalando nuevas obras cargadas de todo su espíritu, y también siga cosechando premios porque se los merece, de momento estamos a la espera de Cargo, Corrupción en Miami, Galatasaray-Depor, Las vidas de Celia y Hotel Tívoli, conclusión tenemos Luis Tosar para rato...

El valor que le damos a las cosas

Ayer mientras estaba hablando con una amiga me di cuenta de que a veces las cosas que más nos importan o que forman parte de nosotros con el paso del tiempo suelen perder su valor, pero no porque no sigan teniendo el mismo significado que un principio tuvieron, sino porque el tiempo hace mella en nosotros haciendo que concibamos todo como una rutina, un ir y venir marcado por unas pautas que siguen y siguen sin detenerse. El madurar, el forjarse nuevas expectativas, en ocasiones nos hace perder aquello que nos hace ser lo que somos, aunque también es cierto que no a todo el mundo le ocurre, pero a casi la gran mayoría si, y lamentablemente volver atrás parece un imposible.

Y es que los seres humanos tendemos a mirarnos a un espejo y a quedarnos con la imagen que vemos, no yendo más allá. El cambio que sufrimos no siempre es externo, nuestro interior tiene muchas cavidades ocultas y cada una de ellas está en constante cambio con cada palabra, gesto, experiencia que vivimos, entendiendo esto casi todas las puertas para auto conocernos estarán abiertas.

La pérdida

Este es un poema que escribí una vez sobre un ser querido que ya no está conmigo lo titulé la pérdida:

Son los pequeños detalles los que me recuerdan a ti

Aquellos que antes pasaban inadvertidos a mis ojos

Yo te encontré un día y ocupaste ese lado de mi corazón

Que estaba lleno de desesperanzas,

El paso del tiempo hizo que te hicieras muy importante

En mi vida, pero poco a poco por la rutina, por los nuevos

Caminos que tomé, fui apartándote de mí, casi sin darme cuenta,

Tú valorabas de mí, mi valentía, mi manera de enfrentarme

Ante las circunstancias, yo valoraba de ti, tu forma de hablar,

De transmitirme lo que pensabas incluso a veces sin decirme

Ninguna palabra,

Porqué te dejaría atrás,

Ahora ya me arrepiento y solo me quedan de ti recuerdos

Desdibujados que apenas me atrevo a agarrar por temor a también

Perderlos y no tener nada de ti que me haga recordarte un minuto más

caballo