El mar de los amantes

las lagrimas caer, del espejo claro
de este puro anochecer.
Tus brazos atados por un amor fiel,
me desgarran el alma en cada segundo
que de mi te quieres desprender.
Comprendo que no somos nada más
que unos amantes que a su corazón pretenden obedecer,
pero a veces es duro porque la mente
nos avergüenza con las ideas y temores
que la llegan a poseer.
Ojos que rellenan los rincones
de miradas pérdidas de pasiones,
se funden en una gama de colores
que da sentido a una vida llena de indecisiones.
Ventanas abiertas a unas almas,
que respuestas buscan al tocar el alba,
dibujan líneas incomprendidas en el horizonte
que regala la brisa de un mar en calma.